martes, 29 de abril de 2008

Cada español genera al año 524 kg de residuos urbanos, cifra que aumenta un 6 por ciento anualmente

Reproduzco una noticia publicada en www.ambientum.com el 29/04/2008 sobre la producción de residuos urbanos en España y la tendencia ascendente que sufre en Europa. La fuente original es Tem Tecma.

En España se generan 524,5 Kg. de residuos urbanos por habitante, cifra inferior a la media de los países de la Unión Europea que alcanza los 567 Kg. por habitante, según datos del último estudio de indicadores ambientales del Ministerio de Medio Ambiente, MAPA. De esta manera, durante 2007 se calcula que los casi 45 millones de españoles generaron un total de 24,75 millones de residuos urbanos.

Pese a la aplicación de los principios de reducción, reutilización y reciclado (las tres erres), los residuos urbanos continúan aumentando un 6 al año, un tema que preocupa especialmente a este sector, que se reunirá en el primer Salón de la Recuperación y el Reciclado, SRR, dentro del marco de TEM TECMA 08, Feria Internacional del Urbanismo y del Medio Ambiente, convocatoria que organiza IFEMA y que se desarrollará los días 10 al 13 de junio próximos, en la Feria de Madrid.

Se entiende por residuos urbanos los generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios, así como todos aquellos que no tengan la calificación de peligrosos y que por su naturaleza y composición puedan asimilarse a los producidos en los anteriores lugares o actividades.

Cantidad de residuos por hogar en España

La cantidad de residuos atribuible a cada hogar está muy vinculada al sistema de producción, al crecimiento económico y a los hábitos de consumo. Según los últimos indicadores ambientales del Ministerio de Medio Ambiente, las Comunidades Autónomas que registraron un mayor valor per cápita de residuos urbanos fueron Ceuta y Melilla con un indicador de 2,30 seguidas de Canarias (2,23) y Baleares (2,02). En el otro extremo, la que menos residuos genera es Galicia (1,05), seguida de Castilla y León, con un (1,08).

Por otro lado, según el último estudio del INE –Instituto Nacional de Estadística-, de los residuos domésticos que se recogen sin separar tan sólo se recicla el 9,8 por ciento, mientras que el 74,8 por ciento se elimina y el 15,4 por ciento se dedica al compostaje (elaboración de fertilizante natural). En cambio, de los residuos separados previamente se puede reciclar el 63,1 por ciento, se elimina el 31,6 por ciento y se destina al compostaje el 5,3 por ciento. De ahí la importancia de concienciar a los ciudadanos de la necesidad de separar los residuos en los hogares.

El INE también señala que las empresas gestoras de residuos urbanos de España recogen 28,1 millones de toneladas de basura al año. La misma fuente señala que se retiran 484 kilogramos de residuos urbanos mezclados por persona y año, además de 18 kilos de papel y cartón, y 10,9 kilos de vidrio. Del total de residuos urbanos generados en España, 21,6 millones de toneladas correspondieron a residuos mezclados y 6,4 millones de toneladas, a recogida selectiva.

En 2020 la UE generará residuos urbanos equivalentes a la superficie de Luxemburgo

En comparación con los países de la UE15 (los 15 países de la Unión Europea más desarrollados), España ocupa el séptimo lugar en reciclaje de residuos urbanos, solo por debajo de los Países Bajos, Alemania, Austria, Bélgica, Luxemburgo y Suecia, según datos de la Oficina Estadística de la Comisión Europea (Eurostat).

Otro dato revelador es que se estima que para 2020 los países miembros de la Unión Europea alcanzarán los 680 kg de residuos urbanos por persona, lo que supone un aumento del 20 . De tal manera que si esparciéramos sobre el suelo todos los residuos urbanos generados, cifra que se estima alcance los 340 millones de toneladas, se podría cubrir la superficie del tamaño de Luxemburgo con un espesor de 30 centímetros, asegura el Eurostat.

La generación de residuos urbanos ha experimentado un crecimiento durante los últimos años, observándose resultados y comportamientos similares en todos los países de la Unión Europea. En la actualidad, la gestión de los residuos urbanos en las sociedades avanzadas ha experimentado una gran evolución para adaptarse a los principios del desarrollo sostenible.

Dentro del primer Salón de la Recuperación y el Reciclado, SRR se pondrá encontrar el desarrollo de tecnologías limpias, que permiten la valorización de los residuos mediante políticas de reutilización y reciclado, así como la utilización de los residuos como fuente de energía.

lunes, 21 de abril de 2008

Tecnología de plasma para los residuos

Artículo publicado en consumer.

Destruye todo tipo de restos con temperaturas de más de 1.500 grados y puede generar energía, aunque su desarrollo se halla aún en una fase incipiente

La aplicación de la tecnología de gasificación de plasma, según sus defensores, permitiría contar con sistema moderno, limpio, eficiente y de la larga duración, capaz de tratar todo tipo de residuos, incluso los más difíciles, como neumáticos, productos peligrosos, sedimentos, plásticos, etc. El proceso permite además generar energía y diversos productos que pueden aprovecharse. Sin embargo, su desarrollo se encuentra todavía en una fase inicial, y sus detractores afirman que es un proceso muy caro y no tan limpio como propugnan sus impulsores.

* Autor: Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
* Fecha de publicación: 7 de abril de 2008

Esta tecnología se utiliza en la actualidad principalmente para destruir desechos peligrosos, por su manera limpia y eficaz de acabar con ellos. Por ello, algunas empresas están trabajando para utilizar este sistema como sistema de valorización de residuos urbanos.

El sistema consiste en un reactor con antorchas en las que se inyecta energía eléctrica de alto voltaje y algún tipo de gas, como oxígeno, nitrógeno o argón. Este proceso permite generar temperaturas cercanas a las de la superficie del Sol (más de 1.500ºC) y obtener el estado de plasma, es decir, un gas cuyos átomos han perdido o ganado electrones. De esta manera, los enlaces de las moléculas se rompen y los residuos quedan en forma de átomos inofensivos.

Posteriormente, la materia orgánica del residuo se convierte en un gas de síntesis (syngas) compuesto por hidrógeno y monóxido de carbono que puede ser utilizado para producir energía o combustibles líquidos. Por su parte, los residuos inorgánicos se funden en el fondo del reactor, obteniendo un material vitrocerámico que se puede destinar a la fabricación de productos abrasivos, como aislantes de alta temperatura (lana mineral) o relleno de la bases de carreteras.

Este proceso permite generar temperaturas cercanas a las de la superficie del Sol (más de 1.500ºC)

En cualquier caso, Julián Uriarte, presidente de la Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente, ATEGRUS, subraya que la aplicación de esta tecnología en la valorización de los residuos se encuentra todavía en un estado muy incipiente, y su empleo en la actualidad es sobre todo para destruir residuos peligrosos.

Por ejemplo, la localidad palentina de Carrión de los Condes autorizaba recientemente la construcción de una planta, para reciclar principalmente neumáticos, que incluye entre sus sistemas de tratamiento esta tecnología. Sus responsables, el Grupo Hera Holding, es una de las empresas pioneras en esta técnica en España, y cuenta con un Centro de I+D en Castellgalí (Barcelona) para mejorar este sistema.

Por su parte, el municipio coruñés de As Somozas comenzaba recientemente la construcción de una planta que incorpora la tecnología de plasma de la empresa estadounidense Solena para acabar con desechos industriales como pinturas, disolventes y neumáticos. La nave, con un coste de unos 60 millones de euros, eliminará seis toneladas de basura por hora, y generará 15 megavatios de electricidad, suficientes para suministrar a 15.000 viviendas, según sus responsables. Asimismo, esta compañía planea poner en pie unas instalaciones similares en la localidad cordobesa de Bélmez.

En cuanto a ejemplos a nivel internacional, la planta de gasificación de plasma más grande del mundo se encuentra en el "Eco-Valle" de Utashinai (Japón). Con tecnología de la empresa estadounidense Westinghouse Plasma, es capaz de transformar hasta 280 toneladas de residuos diarios.

Críticas al sistema

No todo el mundo está de acuerdo en apoyar esta tecnología. Ecologistas en Acción considera que en realidad se trata de un sistema de incineración encubierto, y que por lo tanto, también tiene el peligro de que se formen dioxinas, furanos y otros productos de combustión incompleta que desencadenan procesos cancerígenos.

Sin embargo, los defensores de este tipo de instalaciones afirman que cumplen con los requerimientos medioambientales, reduciendo considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero y otros compuestos nocivos, como dióxido de azufren, mercurio, y óxidos de nitrógeno.

Por otra parte, los expertos de Ecologistas en Acción añaden que estas plantas requieren una gran cantidad de energía eléctrica y de agua, lo que puede poner en peligro el abastecimiento para uso agrícola y humano.

Jesús Rincón, químico del Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) asevera que si bien con los gases resultantes se puede producir energía, "tan sólo se amortiza una proporción muy pequeña del gasto eléctrico generado durante el proceso". No obstante, este experto defiende la técnica para procesar desechos peligrosos como los hospitalarios o los radiactivos, que exigen un tratamiento más exigente. Asimismo, se trata de un proceso muy caro, según un estudio de la Unión Europea, que calculaba unos gastos de ente 150 y 300 euros por tonelada de residuo.

Por todo ello, los ecologistas recuerdan que proyectos de este tipo de plantas ya han sido rechazados, como por ejemplo en 2003 en la localidad de Alcorisa, ubicada en la zona minera de Teruel.

En definitiva, desde Ecologistas en Acción se aboga por la puesta en marcha de un sistema de tratamiento de residuos que apueste decididamente por la reducción, la reutilización y el reciclaje, evitando este tipo de instalaciones.

¿Aprovechar los residuos nucleares como combustible?

Diversas investigaciones basadas en la gasificación del plasma buscan incluso aprovechar los residuos nucleares. El Global Nuclear Energy Partnership (GNEP), un programa de cooperación internacional impulsado por el Departamento de Energía de Estados Unidos, trabaja en un nuevo reactor que aprovecharía estos residuos como combustible, produciendo hasta 100 veces la energía de los reactores convencionales y generando un 40% menos de residuos.

Por su parte, científicos del Centro de Investigaciones ruso Kurchatov, del Instituto austriaco Johann Radon y del Instituto Tecnológico Technion de Israel trabajan en la denominada "fusión de la gasificación de plasma" (PGM en sus siglas inglesas), que combina altas temperaturas y baja energía radiactiva para transformar el desecho.

Biodiésel con aceite de cocina usado

Artículo publicado en consumer.

Evita el impacto ambiental de tirarlo por el desagüe y supone un combustible ecológico que hasta puede producirse de forma casera, aunque con limitaciones

Freír un huevo puede alimentar el estómago pero también el depósito del coche. Convenientemente recogido y transformado, el aceite de cocina usado puede convertirse en gasolina diésel. Su utilización es doblemente ecológica, al evitar que contamine el medio ambiente cuando se aprovecha como biocombustible. Diversos sistemas permiten incluso producirlo en casa, aunque para consumirlo con plenas garantías se aconseja su elaboración industrial. Por su parte, cada vez más municipios españoles ponen en marcha proyectos para potenciar este biodiésel, aunque su desarrollo todavía es incipiente. En este sentido, la colaboración de los consumidores es fundamental para su desarrollo.

* Autor: Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
* Fecha de publicación: 16 de abril de 2008

Ventajas del biodiésel de aceite usado

El correcto reciclaje del aceite usado, como se apunta en la Escuela de Reciclaje en el Hogar de Consumer Eroski, pasa por depositarlo en un recipiente adecuado y llevarlo a lugares específicos para su recogida, como los puntos limpios.

Sin embargo, la falta de concienciación, el desconocimiento, o las pocas facilidades para su recogida llevan a la gran mayoría de los consumidores a verterlo en la basura o por el fregadero, lo que puede suponer un grave problema medioambiental y de salud pública. Para empezar, este residuo contribuye a la reproducción de potenciales bacterias nocivas en las cañerías, a la obstrucción de las mismas al solidificarse y a la generación de malos olores en las casas.

Pero ahí no acaba el problema: un solo litro de aceite doméstico puede contaminar mil litros de agua y provocar importantes alteraciones en los ecosistemas naturales. Por ejemplo, se puede adherir a las agallas de los peces, y en la superficie de los ríos crear una capa que deteriore su oxigenación.

Por ello, diversos expertos aconsejan utilizar este aceite usado para producir biocombustible. Jose Santamarta, responsable del Instituto World Watch en España asegura que "es fácil, aceptado y es la forma más razonable de producir biodiésel, solucionando un problema de contaminación ambiental."

Un solo litro de aceite doméstico puede contaminar mil litros de agua y provocar importantes alteraciones en los ecosistemas naturales

Asimismo, su uso como combustible diésel permite abaratar costes de producción, y se trata de una buena materia prima, según un estudio de un equipo de científicos de la Universidad de Castilla-la-Mancha y de la Universidad de Antioquia (Colombia), que ha demostrado que no genera más emisiones de CO2 que los aceites puros.

No obstante, la producción de este tipo de biodiésel es más bien menor, debido a diversas razones de tipo tecnológico, económico, o normativo. Asimismo, en España, las grandes compañías petroleras, a las que no les interesa vender este tipo de biodiésel, controlan la gran parte de la distribución en gasolineras.
Autobuses con biodiésel de aceite usado

Los autobuses son vehículos idóneos para la utilización de este tipo de biodiésel y de hecho, diversas ciudades españolas cuentan entre su flota urbana con autobuses ecológicos que ya lo consumen.

El autobús puede ser un ejemplo en el que se unan diversas prácticas ecologistas. Los consumidores, además de utilizar este medio de transporte público, pueden reciclar el aceite usado de sus casas para que se convierta en su combustible. Así lo ha visto Stagecoach, una de las compañías de autobuses más importantes del Reino Unido. Sus responsables reducen el precio del billete a los usuarios que entreguen su aceite usado a la empresa, que utiliza vehículos con este tipo de biodiésel.

¿Se puede hacer biodiésel casero?

El proceso para convertir el aceite usado en biodiésel no es muy complicado en teoría: básicamente consiste en mezclarlo con un alcohol, como el metanol. Por ello, diversas iniciativas proponen a los consumidores transformar el aceite usado de sus cocinas en biocarburante gratis para sus vehículos. En este sentido, en Internet se pueden encontrar webs que incluso detallan cómo hacerlo de forma casera.

El conductor esocés Antony Berretti quiso dar ejemplo de que la idea es posible. Para ello, se propuso recorrer varios países europeos, entre ellos España, con una furgoneta transformada por él mismo, de manera que pudiera repostar su depósito con los aceites vegetales sobrantes de restaurantes.

Por su parte, algunas empresas se proponen incluso venderlo entre los consumidores y hacer negocio de ello. Por ejemplo, la compañía estadounidense Greasecar Vegetable Fuel Systems comercializa unos kits de conversión cuyo precio oscila entre 500 y 1.300 euros, y que según sus responsables se amortiza en unos meses al obtener carburante gratis.

En Internet se pueden encontrar webs que incluso detallan cómo hacerlo de forma casera

La empresa británica Green Fuels se dirige también al mercado doméstico con su procesador de biodiésel FuelPod2. Con un precio de unos 3.000 euros, este aparato es capaz de producir, según sus responsables, hasta 50 litros de biodiésel al día a partir de diversos residuos aceitosos. Sus dimensiones -60 centímetros de diámetro y 1,40 metros de altura- están pensadas para que pueda guardarse en un sótano o en un garaje.

Sin embargo, algunos expertos recuerdan las limitaciones de producir este tipo de biodiésel de forma casera. Gloria Etxebarria, técnica del Departamento de Energías Renovables del Ente Vasco de la Energía (EVE), explica que la materia prima es un "popurrí", ya que unos aceites están más usados que otros, más quemados, con impurezas distintas, unos son de girasol, otros de soja, etc.

Por ello, añade esta especialista del EVE, que aunque pueda ser cierto que estos sistemas caseros funcionen a pequeña escala, no son capaces de producir un carburante con la norma EN14214, que especifica cómo debe ser el biodiésel y que aceptan los fabricantes. De esta manera, un biodiésel que no cumpla este criterio perdería la garantía en caso de avería del vehículo.

Asimismo, Emilio Font de Mora, responsable del área de Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), asegura que la producción casera puede ser incluso ilegal si no se asumen una serie de requisitos bastante estrictos de tipo medioambiental (el metanol es un producto peligroso) y tributarios (hay que declarar la producción, aunque después se aplique la exención).
Proyectos ecológicos y solidarios

El reciclaje del aceite usado puede dar lugar también a ejemplares experiencias que combinan no sólo valores medioambientales, sino también solidarios. Cinco vecinos en paro del barrio Suerte de Saavedra, en Extremadura, fundaron en 2004 una cooperativa con el doble objetivo de crear puestos de trabajo y proteger el medio ambiente recogiendo el aceite usado para su posterior transformación en biodiésel.

Por su parte, la ONG Madre Coraje, junto al Ayuntamiento de Málaga, puso en marcha en 2007 una iniciativa para recoger el aceite usado de esta ciudad andaluza para convertirlo en jabón y mandarlo a Perú. El aceite que no se utiliza para este fin, una vez filtrado, se vende a empresas que se encargan de convertirlo en un biodiésel para los autobuses urbanos de la capital malagueña. De esta manera, se consigue también un dinero con el que seguir financiando los proyectos que esta ONG tiene en Perú.

Biodiésel con aceite usado en España

La producción de biodiésel con aceite usado en España se lleva a cabo por parte de entidades públicas o universidades que recolectan estos residuos y los llevan a plantas de producción de biodiésel, según el responsable de APPA.

En este sentido, cada vez son más los municipios españoles que llevan a cabo interesantes proyectos de reciclaje de aceites usados para su transformación en biodiésel. El sistema suele consistir en la instalación de contenedores especiales para que los consumidores se desprendan del aceite usado que han guardado en un envase hermético, como una botella de plástico. En ella se debe depositar aceite procedente de frituras, de asados, de conservas, grasas estropeadas o caducadas, y en ningún caso aceite de motor o lubricantes, mayonesas, salsas o preparados, ni mezclado con restos de comida o cualquier otro desperdicio. Posteriormente, una empresa especializada se encarga de su transporte y transformación en biodiésel.

Por ejemplo, el municipio madrileño de Loeches y el segoviano de San Cristóbal ponían recientemente en marcha un proyecto piloto que durará hasta 2009. El consistorio reparte gratuitamente embudos-filtro para que los ciudadanos guarden el aceite en una botella de plástico. Una vez llena, se deposita en los contenedores especiales situados en distintos lugares del pueblo, dado que el sistema incluso permite reciclar el envase.

La colaboración ciudadana resulta fundamental. Los consumidores pueden preguntar en su consistorio si se lleva a cabo algún tipo de proyecto similar, y en caso negativo, solicitarlo

Por su parte, otra curiosa iniciativa, en la que también se incorporan elementos de educación ambiental, es la del instituto Las Espeñetas de Orihuela, en Alicante. Sus alumnos reciclan el aceite usado de sus casas y lo transforman en el laboratorio del centro en biodiésel. El combustible obtenido es utilizado posteriormente en la caldera de la calefacción del instituto.

Normalmente, los responsables municipales suelen informar públicamente de la puesta en marcha de estos proyectos, ya que la colaboración ciudadana resulta fundamental. En este sentido, los consumidores pueden preguntar en su consistorio si se lleva a cabo algún tipo de proyecto similar, y en caso negativo, solicitarlo.

En cuanto a las plantas en España que utilizan aceites usados al 100% o en alguna proporción con otros aceites, son las siguientes: Asthor Biodiésel, en Gijón; Biocarburantes De Castilla, en Valdescorriel (Zamora); Bionor Transformación, en Berantevilla (Álava); Bionet Europa, en Reus (Tarragona); Bionorte, en San Martín del Rey Aurelio (Asturias); y Stocks Del Vallés, en Montmeló (Barcelona).

Plástico reciclado en contacto con alimentos

Reproduzco aquí un artículo publicado en consumer sobre la problemática de los contaminantes químicos presentes en plásticos reciclados que se utilizan para envasar alimentos, cosa que, en mi opinión, debería estar prohibida, ya que se pueden fabricar muchísimas cosas antes que envases alimentarios.

La UE fortalece las medidas para reducir el riesgo de que los envases de plástico reciclado que están en contacto con alimentos contengan contaminantes químicos

El uso de materiales reciclados en la industria de la alimentación no es nada nuevo. Papel, cartón o vidrio se reciclan para ser utilizados como envases alimentarios. A pesar de que pueden transferir sustancias al alimento son, en gran medida, impermeables a los contaminantes y fáciles de limpiar con las temperaturas que se utilizan en el proceso de reciclado. Más vulnerable es el plástico, junto con el papel, cuyo proceso de reciclado requiere medidas específicas para evitar la presencia de contaminantes químicos y microbiológicos.

* Autor: Por MARTA CHAVARRÍAS
* Fecha de publicación: 14 de abril de 2008


Envases para aceites, agua mineral, mayonesa, salsas, envases al vacío, bolsas para supermercados, potes para lácteos como yogures... Numerosos son los usos del plástico como envase alimentario, y también del plástico reciclado. La reutilización de este tipo de material en la industria alimentaria implica tener en cuenta infinidad de consideraciones, todas ellas destinadas a reducir el riesgo de contaminantes que puedan alterar el producto. Uno de los riesgos es que los plásticos constituyen un material idóneo para que se produzcan migraciones, es decir, que haya transferencia de componentes no poliméricos desde el material plástico hasta el alimento que contiene.

Protección y menos contaminación

El proceso de reciclaje es fundamental para eliminar posibles contaminantes en el material plástico

Para evitar situaciones como ésta, la Unión Europea acaba de fortalecer las medidas de vigilancia y control con la regulación EC 282/2008, que pretende además armonizar las reglas en los distintos Estados miembros. En la mayoría de los países europeos no se han fijado, por ejemplo, normas específicas sobre el uso de monómeros y otros materiales que componen el plástico reciclado. De ahí la necesidad de regular de forma conjunta aspectos que hasta ahora quedaban sin resolver.

En este sentido, y para garantizar el mismo nivel de seguridad de los materiales de plástico reciclado, prevé que sólo se añadan monómeros y aditivos (sustancias de pequeño tamaño que, junto con los polímeros, forman el plástico) autorizados en cantidades determinadas para evitar que los límites de migración al plástico sean superiores a los considerados como seguros. Por sus propiedades fisicoquímicas, la eficacia que se requiere para las poliolefinas es del 100%. Y es que una de las fuentes de contaminación puede ser, precisamente, el uso anterior que se ha hecho del envase.

De ahí la importancia del tratamiento mecánico de reciclaje, uno de los puntos fuertes de la normativa, que insta a tener mucho cuidado en el proceso en el que se trituran los residuos en trozos pequeños y se limpian. En este paso es de suma importancia garantizar que se elimina todo posible riesgo de contaminación, y que las migraciones que se producen son inferiores a las detectadas en ensayos de estimulación.

Bajo supervisión

Una de las condiciones que exige la normativa obliga a la industria a especificar, a través del etiquetado, que el envase contiene plásticos reciclados, y que cuenta con una declaración de conformidad. Quien vela porque todo ello se cumpla es la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas inglesas), que será la que realizará una evaluación de la seguridad del proceso de reciclado. También será la encargada de hacer una evaluación de la gestión del riesgo sobre la conveniencia o no de aprobar el procedimiento de reciclado.

UN MATERIAL PECULIAR

La reutilización del plástico como envase para alimentos debe tener en cuenta consideraciones especiales. Por un lado, las botellas de este material tienen más probabilidades que el vidrio de absorber contaminantes, que pueden afectar al alimento. Según el informe 'Points to consider for the uso of recycled plastics in food packaging: chemistry considerations', elaborado por la Food and Drug Administration estadounidense (FDA), los protocolos analíticos deben permitir demostrar que los niveles de los contaminantes son bajos. En este sentido, es necesario establecer un nivel de exposición dietético aceptable a los contaminantes químicos.

lunes, 14 de abril de 2008

Reciclaje de residuos eléctricos y electrónicos

En esta ocasión se trata de un video sobre el reciclaje de RAEE. El documento es de Argentina.

jueves, 10 de abril de 2008

Recuperación, reciclaje y empleo

El sector de la recuperación factura en España 5.000 millones de euros y genera más de 5.000 empleos directos

10/04/2008 Publicado en ambientum.

España | El primer Salón de la Recuperación y el Reciclado, SRR, que tendrá lugar dentro de la convocatoria de TEM TECMA 08, Feria Internacional del Urbanismo y del Medio Ambiente, reunirá a toda la industria española de la recuperación, que en cifras supone casi un 2 por ciento del PIB Español, con una facturación anual de más de 5.000 millones de euros.

Este sector genera más de 25.000 empleos directos y 100.000 indirectos y está integrado por más de 200 firmas, aunque cerca de 20.000 pequeñas y medianas empresas participan en actividades relacionadas con la recuperación.

El salón promovido por FER, la Federación Española de la Recuperación, y AEDRA, la Asociación Española del Desguace y Reciclaje del Automóvil, tendrá lugar en la Feria de Madrid, los días 12 y 13 de junio próximos y en el se darán cita todos los agentes implicados en este sector de actividad, caracterizado por una fuerte inversión en I+D y que posee la tecnología más avanzada de Europa, lo que la convierte en un referente internacional. De hecho, como indican desde la FER "empresas europeas de la talla de BMW, Fiat o General Motors, incluso compañías asiáticas como Toyota o Kia adoptan las técnicas españolas de tratamiento de residuos para adaptarse a las exigencias de las normativas medioambientales comunitarias en materia de reciclaje".

El sector de "la pirámide invertida"

El punto de partida de un sistema de distribución tradicional es el productor y el punto de destino, el consumidor. Sin embargo, en este caso este flujo funciona a la inversa. El consumidor pasa a ser el primer eslabón en la cadena de distribución del residuo, ya que es el principal proveedor.

Por eso, la estructura de esta industria puede representarse en forma de "pirámide invertida", ya que hay más proveedores que clientes finales:

- 43 millones de proveedores (la población española).
- 50 empresas de gran dimensión dedicadas a la recuperación, reciclaje y tratamiento de residuos.
- 10 clientes finales (fundiciones).

Principales productores de residuos

Los residuos proceden, principalmente, de los siguientes sectores:

Vehículos fuera de uso (un millón de toneladas anuales). Más del 80 por ciento del vehículo está compuesto por materiales metálicos que España consigue reciclar en un 100 , situándose por encima de la media europea.

Equipos eléctricos y electrónicos (250.000 toneladas anuales). Construcción/demolición (7 millones de toneladas anuales). Por otro lado, el 70 por ciento de la producción de este sector va dirigida al consumo industrial, por lo que podríamos definirlo como "la principal mina de la siderurgia española". De esta forma, el metal reciclado forma parte de la estructura, de la tracción, del equipamiento interno de automóviles, aeronaves, barcos, trenes, motos y bicicletas. Asimismo, forma parte de fachadas de edificios, tejados, cierres, latas de conserva, tapas de botella, cacerolas, aparatos electrodomésticos, palos de golf, etc.

La producción nacional en cifras

- Plomo: El 100 por ciento del plomo utilizado en nuestro país procede de material reciclado, ya que no existen minas de este metal.
- Acero: De las 18 millones de toneladas de acero que se producen en España, el 87 por ciento procede de materiales reciclados.
- Aluminio: El 82 por ciento de la producción total nacional procede de material reciclado.

En cuanto a los profesionales del sector, cabe señalar la creciente cualificación de los mismos. La figura del chatarrero, entendido tradicionalmente como el individuo que recoge la chatarra a domicilio, ha quedado atrás y ha dado paso a una industria perfectamente estructurada y cualificada. De hecho existe la obligación de disponer de un permiso de gestor de residuos no peligrosos a todos aquellos individuos que se dediquen a la recogida de materiales susceptibles de ser reciclados.


Fuente: Nota de prensa

lunes, 7 de abril de 2008

Reciclaje de toners de impresión y cartuchos de tinta

En la wikipedia encontramos que se define el tóner (del inglés, toner), también denominado tinta seca por analogía funcional con la tinta, como un polvo fino, normalmente de color negro, que se deposita en el papel que se pretende imprimir por medio de atracción electrostática. Una vez adherido el pigmento, éste se fija en el papel por medio de presión o calor adecuados.

Aquí adjunto algunos videos sobre el reciclaje de toners de impresión.

Máquina para recarga de tóner:


Maquinaria para recarga de toner:


Otra máquina para la recarga de toner:


Procedimiento de desmontaje, limpieza, recarga y montaje de un tóner de impresión:


Máquina para recarga de cartuchos de tinta:


Otra máquina para la recarga de cartuchos de tinta:


Otra más:

martes, 1 de abril de 2008

Descontaminación de suelos bajo estructuras

Noticia publicada en www.ambientum.com el 31/03/2008 y obtenida de Fuente: Terra Actualidad - EFE

España | Una empresa malagueña dedicada al medio ambiente ha participado en el desarrollo del proyecto "Cleansoil", que tiene por objeto la descontaminación "in situ" de suelos que están bajo infraestructuras -como un edificio, una vía ferroviaria o un carretera-, ya que las alteraciones del terreno son mínimas.

Bioazul, compañía situada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), es una de las siete empresas que han participado en este proyecto que permite tratar zonas contaminadas de manera "simple y económica" cuando no es posible la extracción, según ha informado esta entidad en un comunicado

"Cleansoil", sistema financiado por la Unión Europea, se basa en métodos basados en la biorremediación, fitorremediación y la absorción, lo que supone "una alternativa económica" que permitirá el tratamiento de sustancias peligrosas mediante métodos de absorción.

Este proyecto consiste en la inserción de una estructura continua tabular que conecta una multiplicidad de recipientes que contienen el material absorbente y que se colocan dentro de perforaciones paralelas hechas en el suelo, que garantizan un daño mínimo en la superficie.

El próximo 30 de abril finaliza el proyecto, que lleva tres años en desarrollo y que ha contado con la participación de expertos europeos y de los Nuevos Estados Independientes (NEI), donde el sistema lo están probando con éxito.

Según la compañía malagueña, en la Unión Europea existen 1,5 millones de áreas contaminadas debido a las antiguas zonas militares, talleres de reparación de vehículos y maquinaria o las zonas de producción industrial pesada, lo que tiene "serias" consecuencias para el sistema de producción agrícola y para la salud humana.