lunes, 21 de abril de 2008

Plástico reciclado en contacto con alimentos

Reproduzco aquí un artículo publicado en consumer sobre la problemática de los contaminantes químicos presentes en plásticos reciclados que se utilizan para envasar alimentos, cosa que, en mi opinión, debería estar prohibida, ya que se pueden fabricar muchísimas cosas antes que envases alimentarios.

La UE fortalece las medidas para reducir el riesgo de que los envases de plástico reciclado que están en contacto con alimentos contengan contaminantes químicos

El uso de materiales reciclados en la industria de la alimentación no es nada nuevo. Papel, cartón o vidrio se reciclan para ser utilizados como envases alimentarios. A pesar de que pueden transferir sustancias al alimento son, en gran medida, impermeables a los contaminantes y fáciles de limpiar con las temperaturas que se utilizan en el proceso de reciclado. Más vulnerable es el plástico, junto con el papel, cuyo proceso de reciclado requiere medidas específicas para evitar la presencia de contaminantes químicos y microbiológicos.

* Autor: Por MARTA CHAVARRÍAS
* Fecha de publicación: 14 de abril de 2008


Envases para aceites, agua mineral, mayonesa, salsas, envases al vacío, bolsas para supermercados, potes para lácteos como yogures... Numerosos son los usos del plástico como envase alimentario, y también del plástico reciclado. La reutilización de este tipo de material en la industria alimentaria implica tener en cuenta infinidad de consideraciones, todas ellas destinadas a reducir el riesgo de contaminantes que puedan alterar el producto. Uno de los riesgos es que los plásticos constituyen un material idóneo para que se produzcan migraciones, es decir, que haya transferencia de componentes no poliméricos desde el material plástico hasta el alimento que contiene.

Protección y menos contaminación

El proceso de reciclaje es fundamental para eliminar posibles contaminantes en el material plástico

Para evitar situaciones como ésta, la Unión Europea acaba de fortalecer las medidas de vigilancia y control con la regulación EC 282/2008, que pretende además armonizar las reglas en los distintos Estados miembros. En la mayoría de los países europeos no se han fijado, por ejemplo, normas específicas sobre el uso de monómeros y otros materiales que componen el plástico reciclado. De ahí la necesidad de regular de forma conjunta aspectos que hasta ahora quedaban sin resolver.

En este sentido, y para garantizar el mismo nivel de seguridad de los materiales de plástico reciclado, prevé que sólo se añadan monómeros y aditivos (sustancias de pequeño tamaño que, junto con los polímeros, forman el plástico) autorizados en cantidades determinadas para evitar que los límites de migración al plástico sean superiores a los considerados como seguros. Por sus propiedades fisicoquímicas, la eficacia que se requiere para las poliolefinas es del 100%. Y es que una de las fuentes de contaminación puede ser, precisamente, el uso anterior que se ha hecho del envase.

De ahí la importancia del tratamiento mecánico de reciclaje, uno de los puntos fuertes de la normativa, que insta a tener mucho cuidado en el proceso en el que se trituran los residuos en trozos pequeños y se limpian. En este paso es de suma importancia garantizar que se elimina todo posible riesgo de contaminación, y que las migraciones que se producen son inferiores a las detectadas en ensayos de estimulación.

Bajo supervisión

Una de las condiciones que exige la normativa obliga a la industria a especificar, a través del etiquetado, que el envase contiene plásticos reciclados, y que cuenta con una declaración de conformidad. Quien vela porque todo ello se cumpla es la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas inglesas), que será la que realizará una evaluación de la seguridad del proceso de reciclado. También será la encargada de hacer una evaluación de la gestión del riesgo sobre la conveniencia o no de aprobar el procedimiento de reciclado.

UN MATERIAL PECULIAR

La reutilización del plástico como envase para alimentos debe tener en cuenta consideraciones especiales. Por un lado, las botellas de este material tienen más probabilidades que el vidrio de absorber contaminantes, que pueden afectar al alimento. Según el informe 'Points to consider for the uso of recycled plastics in food packaging: chemistry considerations', elaborado por la Food and Drug Administration estadounidense (FDA), los protocolos analíticos deben permitir demostrar que los niveles de los contaminantes son bajos. En este sentido, es necesario establecer un nivel de exposición dietético aceptable a los contaminantes químicos.

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